Hace ya semanas, me preguntaron si había escuchado la canción que La Oreja de Van Gogh, dedica a las víctimas del atentado del 11-M (Jueves). Conteste que no y me pidieron que la escuchara, porque es infinitamente bonita y porque la persona que me lo pidió, confeso haber casi llorado la primera y única vez que la escucho...
Un día, la canción se coló por los altavoces del coche, la escuche atenta, inundo el espacio, detuvo el tiempo, me transporto a un vagón de tren... me hizo sentir tantas cosas... la primera lágrima rodó sin avisar, le siguió una segunda y otra. Rompí a llorar pensando en todas aquellas personas que el 11-M dejaron de sentir para dar paso a que todo un país sintiera por ellas.
Gracias por esta canción y por no dejarnos olvidar que esa historia de amor existió, reflejada de manera diferente en cada una de las victimas y en las personas que por desgracia, soportaron y soportan su ausencia.
Si fuera mas guapa y un poco mas lista si fuera especial si fuera de revista
tendría el valor de cruzar el vagón y preguntarte quien eres
Te sientas enfrente y ni te imaginas que llevo por ti mi falda mas bonita
y al verte lanzar un bostezo al cristal se inundan mis pupilas
De pronto me miras te miro y suspiras yo cierro los ojos tu apartas la vista
Apenas respiro me hago pequeñita me pongo a temblar
y así pasan los días de lunes a viernes como las golondrinas del poema de Bécquer
de estación a estación enfrente tu y yo va y viene el silencio
De pronto me miras te miro y suspiras yo cierro los ojos tu apartas la vista
Apenas respiro me hago pequeñita me pongo a temblar
Apenas respiro me hago pequeñita me pongo a temblar
Y entonces ocurre despiertan mis labios pronuncian tu nombre tartamudeando
supongo que piensas que chica mas tonta y me quiero morir
pero el tiempo se para y te acercas diciendo yo no te conozco y ya te echaba de menos
cada mañana rechazo el directo y elijo este tren
Y ya estamos llegando mi vida ha cambiado un día especial
este once de marzo me tomas la mano llegamos a un túnel que apaga la luz
te encuentro la cara gracias a mis manos
me vuelvo valiente y te beso en los labios
dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón.