lunes, 16 de enero de 2012

Siempre y Nunca, Nunca y Siempre

Nunca perdí ese punto de locura ni aun estando del todo cuerda

Siempre quise vivir aun cuando moría

Nunca vi nada tan claro que cuando lo vi todo oscuro

Siempre mire hacia adelante aun estando detrás

Nunca experimente más libertad que cuando no la tuve

Siempre sonreí aun llorando

Nunca soñé dormida tanto como despierta

Siempre tuve los pies en la tierra aunque volase

Nunca desee tantas cosas que cuando más cosas tenía

Siempre acepte el cambio aun cuando no cambiaba nada

Nunca perdí la esperanza de tenerlo aun cuando lo perdí del todo

Siempre estará conmigo aunque ya no esté nunca

Nunca ame tanto como cuando no fui correspondida

Siempre estará en mi recuerdo aunque ya le haya olvidado.

jueves, 29 de julio de 2010

La receta perfecta


Nunca se me dio demasiado bien la cocina, pero de forma autodidacta y con más ganas que conocimientos, me lance al mundo de las recetas. Con mas miedo al desastre que otra cosa, decidí que era hora de cocinar.

Mi primer plato haciendo un homenaje a mi amada Italia, fue un plato de pasta. Entre canción y canción de Eros Ramazzotti, amenizaba la preparación con ilusión, dejándome guiar por impulsos, por lo que yo creía, no obstante los macarrones quedaron descompensados, demasiada pasta y muy poca salsa.

La receta perfecta, aquella cuyo bocado llevas a tu boca y saboreas con todos tus sentidos, tiene las proporciones exactas, por eso la pasta no resulto.

A la espera de mi siguiente receta, empecé a perder el tiempo elaborando bizcochos. Según unas indicaciones rescatadas de una amiga, para que el bizcocho subiera (ya que no llevaba levadura), no debía hacer movimientos bruscos, no debía golpear el molde, no debía haber ruido… Se lo puse realmente difícil, cocinaba al ritmo de Bon Jovi, cantaba sus canciones al nivel que mis sanos pulmones (por aquel entonces) me permitían, incluso golpeaba los moldes, pero como ocurre con las cosas cuando no estas preparado para afrontarlas, los bizcochos predispuestos subían y subían y como mi molde era demasiado pequeño, me vi en mas de una ocasión obligada a pincharlos. Su sabor era bueno, pero su aspecto horrible.

La receta perfecta, aquella cuyo bocado llevas a tu boca y saboreas con todos tus sentidos, se cocina con los utensilios adecuados, por eso los bizcochos no resultaron.

Un día enloquecí y quise preparar un banquete, entrantes, primeros, segundos, tarta y postres. Su elaboración me llevo mucho tiempo de prácticas, pero llegado el momento, todos aquellos platos cocinados los fines de semana durante años, resultaron insignificantes a ojos del único asistente, con el transcurso del tiempo se había ido acomodando demasiado en su asiento y no supo valorar aquellos platos presentados con tanta paciencia como trabajo, dándome cuanta que había disfrutando mas fantaseando con el banquete, que con el banquete en si.

La receta perfecta, aquella cuyo bocado llevas a tu boca y saboreas con todos tus sentidos, se saborea en el momento, por eso el banquete no resulto.

Decepcionada deje transcurrir el tiempo, hasta que una nueva receta llego a mis manos. Esta receta puso patas arriba mi cocina. Resultaba cada día impredecible, un día era dulce, al siguiente salada, al otro sosa, alguna noche picante, a veces agria, exquisita, incomible…. Pensé que era la receta de mi vida, me obsesione con ella, quise entender sin conseguirlo, como cocinar tanta variedad de especias. Durante temporadas dejaba de cocinarla, pero luego tras echar de menos aquella sensación de poder conseguir el resultado optimo, volvía a concentrarme en la cocina intentando hacerme con ella, hasta que finalmente opte por rendirme, aquella receta fue demasiado para mi.

La receta perfecta, aquella cuyo bocado llevas a tu boca y saboreas con todos tus sentidos, siempre da el mismo resultado, por eso esta receta no resulto.

En casa de mi mejor amiga, descubrí una receta increíble, exótica. Combinaba cocinas de otros países, no cabían excusas en su preparación, era realmente divertida y su resultado siempre quedaba espectacular a ojos ajenos. La fui preparándola cada vez, con toda la pasión del que sabe que la receta pronto cambiaria de manos, con la intuición que era la clase de receta que a todo el mundo le gusta, pero que a la larga te cansa, por lo que cuando intuí que alguien mas iba a cocinarla, sencillamente deje de prepararla.

La receta perfecta, aquella cuyo bocado llevas a tu boca y saboreas con todos tus sentidos, no te cansa nunca, por eso esta receta exótica no resulto.

Por ultimo, tras algún aperitivo que no vale la pena ni nombrar, cuando había guardado definitivamente mi libro de recetas, mi hermano me regalo un juego para la Nintendo, cocina con migo. Fue entonces, cuando sin buscarlo, me encontré con una receta que me hizo ponerme el delantal, abrir mi ventana y permitir que una brisa de aire nuevo llenara mi cocina.

La receta perfecta, aquella cuyo bocado llevas a tu boca y saboreas con todos tus sentidos, tiene las proporciones exactas, se cocina con los utensilios adecuados, se saborea en el momento, siempre da el mismo resultado, nunca te cansa y en definitiva, es con la que te quedas.

miércoles, 10 de junio de 2009

Jueves: una canción, miles de sentimientos

Hace ya semanas, me preguntaron si había escuchado la canción que La Oreja de Van Gogh, dedica a las víctimas del atentado del 11-M (Jueves). Conteste que no y me pidieron que la escuchara, porque es infinitamente bonita y porque la persona que me lo pidió, confeso haber casi llorado la primera y única vez que la escucho...
Un día, la canción se coló por los altavoces del coche, la escuche atenta, inundo el espacio, detuvo el tiempo, me transporto a un vagón de tren... me hizo sentir tantas cosas... la primera lágrima rodó sin avisar, le siguió una segunda y otra. Rompí a llorar pensando en todas aquellas personas que el 11-M dejaron de sentir para dar paso a que todo un país sintiera por ellas.
Gracias por esta canción y por no dejarnos olvidar que esa historia de amor existió, reflejada de manera diferente en cada una de las victimas y en las personas que por desgracia, soportaron y soportan su ausencia.
Si fuera mas guapa
y un poco mas lista si fuera especial si fuera de revista
tendría el valor de cruzar el vagón y preguntarte quien eres
Te sientas enfrente y ni te imaginas que llevo por ti mi falda mas bonita
y al verte lanzar un bostezo al cristal se inundan mis pupilas
De pronto me miras te miro y suspiras yo cierro los ojos tu apartas la vista
Apenas respiro me hago pequeñita me pongo a temblar
y así pasan los días de lunes a viernes como las golondrinas del poema de Bécquer
de estación a estación enfrente tu y yo va y viene el silencio
De pronto me miras te miro y suspiras yo cierro los ojos tu apartas la vista
Apenas respiro me hago pequeñita me pongo a temblar
Y entonces ocurre despiertan mis labios pronuncian tu nombre tartamudeando
supongo que piensas que chica mas tonta y me quiero morir
pero el tiempo se para y te acercas diciendo yo no te conozco y ya te echaba de menos
cada mañana rechazo el directo y elijo este tren
Y ya estamos llegando mi vida ha cambiado un día especial
este once de marzo me tomas la mano llegamos a un túnel que apaga la luz
te encuentro la cara gracias a mis manos
me vuelvo valiente y te beso en los labios
dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón.

jueves, 14 de mayo de 2009

Descubrir un blog

Es curioso, un día decides navegar por Internet y descubres todo un mundo. Un pedazito del mundo interior que cada persona plasma, en los comentarios y artículos que escribe y da a conocer a todo aquel que quiera saber, lo que una amiga, un hermano, o un desconocido quiere compartir con nosotros.
Hay quien lo califica de "rinconcito", otros lo consideran su "vía de escape", quien lo toma como un diario, y supongo que cada uno de nosotros le dará un sentido diferente, cada uno con sus motivos o sin ellos, que mas da, lo importante es el mensaje: tengo algo que decir.
A través de un blog he descubierto que mi hermano escribe, y no me refiero a las tarjetas de felicitación de cumpleaños que me dedicaba (que por cierto guardo), si no que escribe artículos, da consejos informáticos, enseña frases que te dan que pensar...
El ha sido mi fuente de inspiración para crear este blog, porque me gusta como escribe y me gustan las personas que como el, tienen algo que decir.
Quiero acabar esta pequeña reflexión, citando una de sus frases favoritas, que no conocía hasta que la leí en su blog, dice así:
"nos pasamos la vida esperando que pase algo y lo único que pasa, es la vida..."
Que gran reflexión, verdad?